6 Elementos y recomendaciones para emprender
Todas las personas emprendedoras son las que han promovido y promueven los avances de la humanidad en todos los campos. Son personas con unas actitudes y aptitudes relacionadas con la creatividad e innovación, por encima de la población en general.
Todo emprendedor identifica oportunidades, establece objetivos e intentan alcanzarlos, siempre con la motivación necesaria para tener éxito en el reto planteado.
Llegar a ser emprendedor es tener creatividad, capacidad de resolución de problemas, siempre tener una actitud positiva ante los cambios, no solo basta con adaptarse a ellos sino generarlos, es manifestar tolerancia al fracaso, aprender de él, es también capacidad para afrontar la incertidumbre y el riesgo.
Estas capacidades pueden ser innatas, pero también a lo largo de la vida se van desarrollando y la educación que se recibe incide de forma muy significativa en ellas. En cualquier ámbito de trabajo, estas competencias favorecen la creación de valor.
La recomendación para el universitario que quiere emprender, se resume en seis i-elementos que son:
idea, ilusión, idoneidad del equipo, Información, Instrumentos e indulgencia con el fracaso.
Idea
1. Idea de negocio
En general, no se emprende por emprender, sino que se detecta lo que se considera una “oportunidad” de negocio y en base a ella se plantea la posibilidad de emprender.
La idea de negocio debe estar relacionada con la capacidad de análisis derivada de la formación y la experiencia laboral y vivencial de cada individuo. No hay que “cerrarse en banda” en la idea inicial, hay que modelarla y adaptarla según se vaya desarrollando el proyecto.
Ilusión
2. Fuerte motivación
Emprender con éxito y mantener en el tiempo un proyecto empresarial no es tarea fácil; de hecho, solo lo consigue un bajo porcentaje de los que lo inician, debido, principalmente, a las dificultades y problemas inherentes a las actividades empresariales.
Esas dificultades las superan, en mayor porcentaje, las personas que están motivadas y, por tanto, ilusionadas con su proyecto.
Idoneidad del equipo
3. Formar un equipo multidisciplinario
Normalmente, la complejidad de la actividad empresarial hace difícil que una sola persona pueda tener todos los conocimientos en todos los ámbitos de la actividad; por tanto, en muchos casos es necesario plantearse la formación de equipos multidisciplinares en los que la asignación de tareas sea acorde con la formación y/o experiencia de cada uno.
Formar un equipo no implica necesariamente que todos sean promotores o socios del proyecto; también pueden ser personas contratadas.
Información
4. Tener la formación/información empresarial
Las características de los mercados a nivel local, nacional o internacional han cambiado drásticamente en los últimos años. La globalización ha incrementado la competencia y para estar bien posicionado es importante tener un nivel mínimo de conocimientos relacionados con la actividad empresarial, independiente de los que hayan podido adquirir con una carrera universitaria.
5. Asumir el riesgo y la incertidumbre
El riesgo y la incertidumbre es algo consustancial a la actividad empresarial. Como no es posible conocer toda la información, hay que asumir riesgos y tolerar trabajar con un cierto grado de incertidumbre.
El famoso dicho: «Torres más altas han caído» aplicado al mundo empresarial da idea de que, por muy bien que vayan las cosas hoy, mañana se puede producir un cúmulo de circunstancias que provoquen el fracaso.
Toda persona que emprende debe tener un espíritu aventurero donde siempre se contemple la incertidumbre en el mañana y el riesgo permanente.
6. Identificar la información crítica del sector
Cada sector productivo o económico tiene sus reglas; sus formas de operar, lo que puede hacer que lo que es válido para uno, no lo sea en absoluto para otro. Si se pretende entrar en un tipo de mercado y negocio es muy importante conocerlo o, en su caso, contar con alguien que lo conozca y pueda orientar al respecto.
Es fundamental conocer quiénes son nuestros competidores, cómo actúan, cómo reaccionan ante la competencia o cómo son las relaciones con sus proveedores y clientes, entre otras.
Es importante filtrar para obtener la información crítica y, por tanto, no incurrir en un coste de la información desmesurado.
7. Hacer un proyecto y plan de empresa
Un proyecto que permita presentar el modelo de negocio para difundirlo entre los agentes interesados y un plan de empresa que, aunque difícilmente se cumplirá, puede servir como una estimación sobre cómo podría evolucionar el negocio.
En este sentido, hay que intentar ser “realista” y mejor todavía “pesimista” planteando algo próximo a lo que conocemos como “el caso peor”. De esta forma, cualquier logro por encima será un éxito.
Instrumentos
8. Uso de las TIC's
El uso de las nuevas tecnologías resulta imprescindible para la mayor parte de las actividades humanas y, por ende, en el mundo de la empresa y los negocios.
Por ello, es importante conocer las aplicaciones relacionadas con las TIC's y sus posibilidades en el tipo y modelo de negocio planteado.
9. Oportunidades de financiación
La financiación es un factor clave en la puesta en marcha de una
actividad empresarial. Hay que buscar las oportunidades de subvenciones o financiación preferente que se puedan encontrar en función de la situación personal de los promotores o por las características del proyecto empresarial.
Hay que participar en los concursos de ideas, en los que, además de que otros, quizá expertos, valoren la idea, se pueda obtener «un premio» que pueda constituir el capital semilla o una parte de la financiación necesaria.
En cualquier caso, es aconsejable hacer la inversión mínima requerida al principio y planificar las necesidades de financiación en función del desarrollo de la actividad.
Indulgencia con el fracaso
10. No temer al fracaso y aprender de él
Las posibilidades de alcanzar el éxito la primera vez que se emprende son muy reducidas. Existen muchos emprendedores que no llegan a ver en marcha su proyecto y, aunque lo vean, no son capaces de mantenerlo vivo mucho tiempo.
Hay que contemplar la posibilidad de fracaso y, llegado el caso, tolerarlo y considerarlo dentro del proceso de aprendizaje como empresario, asimilando los errores cometidos para que, de esta forma, no se vuelva a caer en ellos.
Ten en cuenta estos consejos generales y otros específicos para adaptarlos al tipo y modelo de negocio, así como las características personales del emprendedor, pueden resultar fundamentales para alcanzar el éxito en una iniciativa empresarial.
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